Reportajes

Manuel Mejía Vallejo. El Don de la palabra

Existe un Manuel Mejía Vallejo presente en las personas con las que vivió muchos de sus logros y tienen el recuerdo vivo de un escritor que paralelo a sus letras, compartió el don de sus palabras.

Un Manuel que siempre tuvo su casa de puertas abiertas y que disfrutó del encuentro con escritores, artistas y los muchos amigos que hizo sin distinción a lo largo de su vida. Aún cuando sus intereses estaban puestos en los juegos de la infancia en las montañas del suroeste antioqueño o cuando los llantos de sus hijos le hicieron un padre ya adulto y cariñoso, está el recuerdo de un Manuel conversador, que nunca olvidó su terruño y que parecía visitarlo en cada mención a Balandú. Que disfrutó de las tertulias en su casa de la calle Perú, en su finca de Ziruma, las que gestaban en torno a la literatura en su Taller de escritores o en los cafés y tabernas de la bohemia con las que escribió su vida.

Manuel Mejía Vallejo. El Don de la palabra, rememora la infancia, la vida bohemia entre amigos y la relación en familia del escritor antioqueño, contada a través de algunas de las personas que más lo conocieron, en los lugares que lo habitaron y que habitaron en sus páginas.

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